La Medicina crítica surgió quizá no como concepto, sino más bien como la utilización del sentido común de reunir pacientes en situación grave en áreas especificas a fin de poder ser vigilados y etendidos de manera más estrecha. Este hecho se debe a la ilustre Florencia Nightingale quien durante la guerra de Crimea (1858) fue capaz de reunir a los pacientes gravemente heridos cerca del puesto de enfermería a fin de prestarles un mejor servicio.

Hacia 1923, el Dr. Walter Dandy desarrolló el concepto de unidades postqurúrgicas neuroquirúrgicas con personal de enfermería especializado en el hospital Jhon Hopkins de Baltimore. Posteriormente aparecieron las unidades de atención postquirútgicas, hecho que fue notable durante la II guerra mundial. Más tarde se crean la unidades de recuperación postanestésicas para el maenjo de pacientes postquirúrgicos.

No fue sino hasta la década de los 50 durante la epidemia de Poliomielitis con parálisis neuromuscular que se comenzaron a utilizar los "pulmones de Acero" para asistenicia ventilatoria para pacientes no quirúrgicos. Hacia finales de los 50  aparecen los primeros equipos de ventilación mécánica a presión positiva que  se comenzaron a usar en pacientes críticos.

Para finales de los 50 y a principio de los 60, fueron los Drs. Subin y Weill quienes pusieron énfasis en los conceptos de falla circulatoria y choque cardiogénico en terapias intensivas postquirúrgicas. Hacia 1960 los Drs. Weill, Safar y Shomaker concuerdan en el concepto de Cirugía de Trauma y surge el concepto de "Paciente en estado crítico". Posterior a todo lo anterior ha surgido un notable avance en la atención del paciente crítico particularmente en el área del monitoreo y de la ventilación mecánica con equipos de alta tecnología que facilitan el manejo de tales pacientes.